Rompeserones
Pues aquí está el resultado -en fotos-, de nuestra primera ruta de la temporada de Cumbre a Sur, en la que andamos unos 17 kilómetros, pasando por uno de los caminos más bonitos realizados por la mano humana en siglos pasados, el de Rompeserones. El tiempo acompañó y hasta vinieron muy bien las gotas de lluvia que nos acompañaron llegando al final del pateo en Santa Lucía.
Como anécdota, el rodeo realizado para "coger castañas", tras comprobarse que el atajo era imposible con tanto retamal....
Lo que demuestra una vez mas que el refrán "al andar se hace camino o se hace camino al andar", solamente es válido para la poesía y una canción muy popular. En la montaña, si no ha camino, simplemente "NO HAY CAMINO".
Y después de esta reflexión vamos con la descripción de la ruta:
Empezamos en un punto neurálgico de la cumbre como es la zona de los Llanos de La Pez, para subir de forma moderada hasta la zona de El Salado entre pinares y por pista de tierra. Pasamos a la vertiente centro-norte para iniciar un camino que bordea la parte más alta de la isla hasta llegar a la Cruz del Saucillo, mientras ladera abajo dejamos la Hoya del Gamonal, Cueva Grande y Camaretas.
A continuación seguiremos hacia Los Cascajales, pasando cerca de la presa de Cuevas Blancas, en un nuevo cambio de rumbo hacia el Sur. Después de transitar por una parte plana de la cumbre con más pinares y conocida por Llanos del Marrubio, nos vamos acercando a la Mesa de las Vacas y la Cruz Helada.
Tras un descanso y recuperando fuerzas con un picoteo…., comienza en este punto el descenso a Santa Lucía por el conocido Camino de Rompeserones, una ruta comercial en siglos pasados para llevar los productos de la tierra entre nuestro destino final con la cumbre, San Mateo y Las Palmas de Gran Canaria:
“La estrechez del andén de Rompeserones condicionaba de tal forma el paso de los asnos o burros, que llevaban en su lomo dos serones cargados de productos que se rompían de tanto rozarse con las paredes del cantil, de donde nacería el topónimo.”
Después de esta bajada larga y tortuosa, por un camino colgado de los “Peñones de la Cintura” o Riscos de Tirajana (a gusto de cada cual), llegaremos al pueblo de Taidía, con el imponente Risco Blanco muy cerca, después de acompañarnos a la vista en buena parte de esta bajada de casi 700 metros de desnivel negativo.
Después el descenso ya tiene mucho menos desnivel y se hace más agradable hasta llegar al pueblo de Santa Lucía, a donde entramos justo por la plaza de su iglesia.
Saludos
CD. VAGABUNDOS
