Todavía estamos bien llenos de emociones tras la ruta de La Aldea por El Viso del pasado domingo. Una larga digestión por lo bonito que estaba todo.
Además de un día espectacular de sol y sin calor, la naturaleza ha cambiado radicalmente en esta parte de la isla de Gran Canaria tras las lluvias primaverales de estos días atrás.
Vaya colorido que disfrutamos gracias al esplendor de las plantas, algunas muy poco vistas por otros lugares y en estos riscos campan a su antojo.
Por si fuera poco, la euforia de tanto colorido vegetal contrastaba también por el universo geológico de las piedras y acantilados, con sus caprichosas formas y su genial combinación de colores azufrados de cuantas erupciones volcánicas vaya usted a saber. Incluso pisamos sobre estas piedras del interior de la tierra y que hoy en esta zoan de La Aldea se derraman ladera abajo como en "El Blanquizal".
Se cumplió el kilometraje de 12,4 km de recorrido y un total de 24 vagabundos/as participantes, incluyendo el paseo a lo alto de la montaña de "El Viso", con sus 997 metros de altitud. La bajada final por el camino de la Cueva del Mediodía se hizo durillo, pero gracias también a los intensos paisajes que nos rodeaban, se hicieron un poco menos rompedores.
Felices y contentos llegamos todos a La Aldea después de 5 horas y cuarto de caminata, donde el refrigerio estuvo más que merecido.... ¡¡¡Uhmmm!!!, pero que buenos estaban los tomates con aguacate aldeanos bien aliñados.
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